Puede ser una de las obras más importantes de Garnelo. Con este cuadro obtuvo medalla de segunda clase en la exposición nacional de 1887, cuando contaba con 20 años.
Descripción
Es una obra de grandes dimensiones (5 x 3,4 m.).
Lo que más me gusta de este cuadro es la distribución de la luz, y la fuerza del claroscuro.
La obra se basa en el discurso que Emilio Castelar dedicó en 1857 al gran poeta romano Lucano (Córdoba, 39-Roma, 65).
El cuadro representa su suicidio. Lucano participó en la Conjura de Pisón, junto con su tío Séneca y otros patricios romanos, para asesinar al emperador Nerón. Uno de los conjurados, el senador Flavio Escevino, fue denunciado por su liberto, quien acusó también a un segundo conjurado, el caballero Antonio Natal; ambos fueron interrogados por separado y amenazados de tortura, y así entregaron numerosos nombres.
Nerón los condenó a morir a todos. A Lucano y a Séneca les impuso la muerte por suicidio.
En el margen izquierdo se ve la bañera en la que se desangró, hay un personaje masculino, que parece un esclavo, apoyado en ella.
Los personajes
También asisten sus amigos. En este anciano yo reconozco a Séneca, se parece mucho al busto que hizo de este personaje Mateo Inurria. |
Como parecidos a este cuadro yo encuentro, por la posición del personaje, la Muerte de Marat de Jacques Louis David de 1793. Un cuadro muy famoso, y aunque con la temprana edad de 20 años difícilmente José Garnelo hubiese viajado a París, seguro lo podría haber visto en fotografías.
Biografía de José Santiago Garnelo y Alda
En 1867 llegó a Montilla junto a su familia cuando apenas tenía dos años.
Una familia de pintores y escultores. Su padre, José Ramón Garnelo y Gonzálvez era médico de profesión, muy culto y aficionado a las artes. En Montilla desarrolló, con la participación de su familia, una amplia labor cultural, logrando con ello despertar inquietudes artísticas en sus hijos. Montilla gozaba por aquel entonces de un ambiente casi universitario, que se proyectaba a otras ciudades andaluzas. La inclinación de sus hijos hacia el Arte se vería con el tiempo acrecentada con las aficiones del padre y sólo gracias al profundo humanismo de éste, y a su constante ánimo, pudo transmitir plenamente su íntima vocación a tres de sus hijos: Eloísa, pintora distinguida y consumada; Manuel, escultor y catedrático de Bellas Artes; y José, que representa el punto culminante de esta dinastía de artistas.
Un currículum vitae impresionante
Sus primeros estudios los realizó en esta ciudad y terminó el bachillerato en el Instituto Aguilar y Eslava de Cabra en 1882. En Sevilla comienza a estudiar Filosofía y Letras, carrera que abandona para ingresar en la Escuela Superior de Bellas Artes (1883-85) de la misma ciudad, matriculándose en Pintura, donde consiguió sus primeros galardones.
En 1885, continuó sus estudios en Madrid, matriculándose en la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando, obteniendo Medalla de Colorido en el curso 1885-86. En 1888 obtiene una beca para estudiar en Roma pintura histórica, y marcha junto a Joaquín Sorolla, José Villegas Cordero y su hermano Manuel, entre otros.
1893: Es nombrado profesor de la Escuela de Bellas Artes de Zaragoza, iniciando en este centro docente sus actividades, caracterizadas por su gran afán renovador. 1893: Es nombrado académico de número de la Escuela Provincial de Bellas Artes de Zaragoza.1895: Pasa a la Escuela de Bellas Artes de Cádiz, y después a la de Barcelona, entre cuyos discípulos estuvo Picasso. 1899: Obtiene por oposición la Cátedra de «Dibujo del antiguo y ropajes» de la Escuela de San Fernando de Madrid. 1912: Ingresó en la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando. 1915: Fue nombrado subdirector del Museo del Prado. 1936: Director de la Academia Española de Roma.
Entre los innumerables galardones con los que fue premiado destacan el de caballero de la Orden de Carlos III (1892), comendador de número de la Orden de Alfonso XII (1902) y pintor de la Corona, y oficial de la orden de Leopoldo II de Bélgica (1910). Y también recibió la gran cruz de la Legión de Honor.
El Museo Garnelo
https://www.museogarnelo.org
En Montilla están muy orgullosos de su pintor, y no es para menos. Sé que tiene una calle, rotulada con su nombre. Y sobre todo tiene un museo precioso.
El Museo Garnelo existe desde diciembre de 2000, con la generosa aportación de coleccionistas privados y herederos del maestro. Se crea por iniciativa de la ciudad de Montilla, en un palacio que se llama la Casa de las Aguas.
Hay obras de todas las diferentes temáticas que practicó José Garnelo:
Paisajes impresionistas. Aquí se demuestra que es un magnífico pintor, porque para pintar rápido hay que dominar el color y su percepción. Y mirad estos tres cuadros tan sencillos y tan bien hechos.
A Londres |
El empalme de Burdeos. |
El Vesubio. |
Manuel Garnelo en su estudio en Roma. Cuando estuvo en la Academia de Roma era muy joven, y hace este interior magnífico retratando a su hermano. |
Primer homenaje a Colón. |
Jesús manantial de amor. 190x300cc. También hace obra de temática religiosa. (Primera Medalla, Exposición Nacional de 1901) |
Un par de anécdotas biográficas
Siendo subdirector del Museo del Prado, el 20 de septiembre de 1918, a media tarde, don José Garnelo se presentó en el juzgado de guardia para denunciar un robo. Al salir de la sala Velázquez observó que faltaba una pieza restaurada por él del denominado Tesoro del Delfín. El Tesoro Delfín es un conjunto de vasos preciosos procedentes de la colección del Delfín Luis, hijo de Luis XIV de Francia y padre Felipe V, el primer rey de España de la dinastía borbónica.
El caso es que Garnelo llamó al conserje y abrieron sin esfuerzo la vitrina y, en el primer recuento, notaron la falta de 18 objetos de gran valor.
La Dirección General de Seguridad envió entonces a su mejor hombre, el comisario Ramón Fernández Luna, que acudió con sus hombres de la Brigada de Investigación Criminal de Madrid.
Prohibió la salida de todas las personas que se encontraban en el Museo, tanto visitantes como trabajadores y les tomaron a todos las huellas digitales. Interrogaron a los trabajadores que más contacto tenían con las piezas. Tomaron fotografías de la escena del crimen, tomaron huellas en toda la sala y observaron el estado de las cerraduras.
Aquella Brigada de Investigación Criminal aplicaba las técnicas policiales más modernas, eran el CSI español del momento. En esta foto de ABC están tomando huellas de las piezas. |
Pasaron los días y los ladrones estaban desmontando y vendiendo las piezas sustraída. Un joyero madrileño dio una pista a Fernández Luna que la siguió con la astucia que le caracterizaba hasta dar con Rafael Coba, un tipo curioso. Ludópata agobiado por las deudas y ladronzuelo había conseguido una plaza de vigilante en el Museo del Prado: el zorro cuidando a las gallinas. El 12 de octubre de 1918, tras un cerco que fue narrado casi en directo por la prensa de la época, fue detenido Rafael Coba.
Agustín Cuello Salas en unos inconclusos “apuntes biográficos de Garnelo”, fechados en 1966. El joven Garnelo, tras recibir su título de bachiller en el Aguilar y Eslava de Cabra se marchó a Sevilla para iniciar estudios de Filosofía y Letras, al mismo tiempo que se inscribió en la Academia de Bellas Artes donde permaneció durante dos cursos, hasta 1885.
Cuello relata lo siguiente de estos años de formación:
“Garnelo acusa el paso del pueblo a la hermosa capital andaluza. Solo, con una extremada juventud, 16 años, el alegre ambiente de la capital prende en el espíritu artístico del joven. Abandona las salas universitarias para entregarse a la vida del arte con todo el entusiasmo de sus años juveniles. Museos, iglesias, calles, monumentos, jardines y fiestas alimentan sus inquietudes artísticas, todo es captado por su retina incansable de luz y de color.
Pronto llegan a Montilla noticias de la poca ejemplar vida de Garnelo como estudiante de Filosofía, y, seguramente, aumentados, a los oídos de su padre. El médico emprende viaje a Sevilla, para comprobar “de visu” el “aprovechamiento” de su hijo. En las aulas de la Facultad era desconocido. Se dirige el buen médico a la pensión estudiantil, y encuentra a Pepito con los pinceles en la mano ante un lienzo. Tenía abocetado un cuadro de género histórico: La muerte de Lucano. El padre queda sorprendido por la técnica en la colocación de las figuras, el dominio del color y el rigor histórico de muebles y vestidos, pero además influye en el ánimo paterno un factor sentimental. Él había tratado el mismo asunto y reconocía que su hijo le había superado. La regañina queda sin efecto y, abrazando al hijo, deja que se entregue de lleno a la pintura, pues ha descubierto su verdadera vocación.
En el taller del Museo Provincial de Sevilla trabaja como jefe de restauradores un montillano, Solano Requena, y a éste queda confiado Garnelo, el padre regresa a Montilla con la tranquilidad de haber dejado a su hijo en buenas manos.”
BIBLIOGRAFÍA
J. Garnelo núm. 1. Revista. VARIOS . Ed. Museo Garnelo, Amigos del Museo Garnelo. 2002.
J. Garnelo núm. 2. Revista. VARIOS. Ed. Museo Garnelo, Amigos del Museo Garnelo. 2002.
Los casos del Sherlock Holmes español: el robo en el Museo del Prado. Federico Ayala Sörenssen. ABC Digital 19/03/2020
CABELLO DE ALBA, M.. José Garnelo y Alda. La reivindicación de su memoria y génesis de un Museo, 1944-2004. Volumen 1.Ed. Museo Garnelo, (2000).
Postdata. Este tema me lo sugirió Manuel Portero, al que no tengo el gusto de conocer pero es mi amigo en facebook. Gracias Manuel.
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