A mi padre le vendieron una enciclopedia, no sé cuando; seguramente sería uno de estos vendedores de libros que había antes, que llamaban a tu puerta y se sentaban en tu mesa de camilla, se tomaban el café y te vendía unos libros.
Esta enciclopedia que se llamaba "El Mundo de los niños", fue durante mi infancia un recurso de lectura maravilloso, yo creo que me la leí entera, 14 tomos, porque el 15 era una guía para los padres, con fotos de enfermedades y cosas así.
Esta enciclopedia debe tener algo especial, pues detrás de mi vinieron mi sobrina y mi hija mayor que han hecho lo mismo que yo.
El otro día nos deshicimos de unos libros viejos con gran dolor de mi corazón (es verdad que no cabemos en mi casa) , y entre ellos iban varios de esta enciclopedia, totalmente destrozados y pegados con fixo.
He conservado uno. Se titula "Descubre el arte". Es el mejor libro de arte que he tenido en mi vida. Está editado en 1973, que pudo ser el año en que mi padre me lo compró. Gracias papá donde quiera que estés.
El segundo tema del libro se titula "UN ARTISTA PINTA UN CUADRO.
En las fotos se ve la secuencia del proceso, desde que plantea el bodegón, hasta que lo firma. En los pies de foto hace comentarios aclaratorios de lo que se está viendo.
Y te encuentras al final con el pintor que ha hecho el cuadro es este señor mayor de pelo canoso, que es ni más ni menos que :
Giorgio de Chirico.
Yo quiero a Giorgio de Chirico, lo amo por lo que hizo.
Es un hito en el Arte contemporáneo. Creó un universo completamente nuevo. La metafísica llevada a la pintura. La intelectualidad, la matemática, lo que está dentro de nuestras mentes.
Estuvo muchos años desarrollando su arte nuevo, hasta que pensó que se había agotado, o simplemente se cansó, y se dedicó a hacer una pintura más tradicional, casi impresionista.
Yo lo amo por lo que creó y por haber sido capaz de dejarlo.
Yo creo que ser un buen pintor de estilo tradicional es respetable, y que no tener nada que aportar y creerse artista contemporáneo es ridículo. O dicho de otra manera para ser un un vulgar copista de esquemas artísticos ya hechos, mejor buscar entre los difíciles de copiar.
Seguramente Giorgio tenía creatividad de sobra para contribuír al Arte Contemporáneo pero no lo hacía porque simplemente se sentía bien haciendo esta pintura, o creía que con ello aportaba algo nuevo, ¿por qué no?.
En varias revistas, y en Internet, he leído como lo llaman traidor. Traidor al Arte Contemporáneo. Como si el Arte Contemporáneo fuese un ejército o una religión. Con un discurso que se le puede escuchar a los hinchas cuando un futbolista cambia de equipo.
Llamarle traidor a alguien así...
¡Hay cada carajote escribiendo crítica de arte!.
CUADROS DE Giorgio De Chirico: Las musas inquietantes de 1916. 97 x 66 cm. Colección Gianni Mattioli, Milán. y Las Náyades nadadoras, 84 x 107 de 1955.
No hay peor traición que la que uno se hace a uno mismo impidiéndose cambiar, de estilo, opinión, de ideas, como lo haría cualquier ser vivo. Para inmutabilidad se inventaron las piedras.
ResponderEliminarUn abrazo