miércoles, 10 de septiembre de 2014

Saliendo del baño de Joaquín Sorolla. Poema.

La gloria
redactando el agua.
Ciana la tolvanera
de espuma blanca.
Asienten  los gestos
de su cuerpo quedo
con la quilla varada,
las barcas.

En el centro una madre.
Santiamén de un beso.
Sosiega al chiquillo
la paz en el lecho
azul de cobalto
de su causa, el pecho.



¡Arrapiezo que te doy un beso!
...lengua de gato
seda y pincel.
¡Déjame mamá
que me da el carmín!
Dos y tres,
¡que te beso y beso!
¡ay como te quiero!
¡Clandestino!
                      ¡Añil!

Que el sol no queme más.
Como una vela
que nos cubre, el lienzo,
el viento detenga,
que gire y vuelva a la mar.
¿Sí, pero donde giro?
Caracolea aquí, en el blanco
liviano de plomo
que nos da la luz.

Un caramelo alzaprimo
en sus dedos arrugados.
¡Mamá pero los otros niños!
¡Acaso no están sus madres,
acaso ya no son niños!

Para captar el instante
abrazando el cuerpecillo
de rana de mil colores
y abriles no más de cinco,
brillante y resbaladizo,
objetivo de Joaquín.

Pigmentos color levante

Deja de esquilmar las redes
para jugar con  la arena
y volver pronto a las artes.
¡Marinea muchacha!
Marinea con tus manos
y tu rizada melena
Que hay que ganarse el pan!

(C) Juan Charro. 2014.

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