Un chucho es un perro inclasificable. A lo largo de mi vida ha habido varios chuchos y varios pura raza, y no me cabe duda que donde se ponga un chucho que se quite un pura raza. ¿Porqué los prefiero?... Dale al play...
Ningún maestro me habló nunca del arte de Lorenzo Lotto, pudiendo hablar de Leonardo "Renacimiento puro", y de Tiziano, "Veneciano puro".
En la Historia del Arte como en la vida. los chuchos no son populares. En Internet es difícil encontrar buenas reproducciones de sus cuadros. Por que son inclasificables, son difíciles de estudiar y por lo tanto difíciles de explicar. Lorenzo Lotto es un impuro.
Realmente todo esto es mentira, pues no hay ningún artista puro, de estilo perfectamente encasillable. Cuando esto es así es porque el estilo se ha inventado después de que dicho artista haga su obra.
Pero estos días he descubierto un nuevo espécimen que de verdad me ha llegado. Se trata de Federico Barocci.
En el Museo del Prado hay un cuadro de este artista que a mi siempre me había pasado desapercibido, por su poca brillantez, pero ahora que lo están exponiendo en la National Gallery de Londres, lo he vuelto a mirar. Dicen todos los artículos y revistas que en su época era una estrella rutilante del arte, pero yo no lo había visto en el libro de Pacheco, ni en las compras que para el rey hizo Velázquez, ni en los tratados de técnicas, o sea, que no me lo creo; no me creo que fuera un estrella. Seguramente por su poca producción, o por haberse dedicado a la pintura al fresco, o por el hecho de no haber reproducciones de sus cuadros en formato de grabado al aguafuerte (que era el verdadero camino publicitario de la obra de un artista).
Lo que me ha gustado de este artista sobre todo es el uso del color...
El movimiento casi de baile de las figuras. Casi todas con los ojos cerrados. El "horror vacui", de meterlo todo en un espacio reducido, el uso del amarillo con sus sombras color chocolate. Es excelente.
Este boceto para la cabeza de San Juan, sobre papel dice mucho de la verdad este pintor, tenía el don de la frescura. El color no se puede usar mejor.
Postdata:
Sobre el sonido con que arranca esta entrada. Un chucho que ha influído mucho en mi vida es Chucho Navarro, también Rafael Basurto y Alfredo Gil, del trío Los Panchos, que como yo prefieren a los chuchos. Enormes.
Los andaluces somos una pura raza chucha, con un enorme componente romano. Si indagaran en nuestro ADN como les gusta hacer a los técnicos ideólogos nacionalistas (Dios nos libre) habría de todo: norteños, japoneses, vikingos, negros, bereberes, eslavos, rumanos, egipcios, caribeños, marcianos, chipriotas, indios americanos y holandeses. Según la teoría de José Luis Rodríguez "El Puma", eso nos hace ser pavos reales. Pero por otro lado somos iguales que los suizos, catalanes, vascos, madrileños, montañeses, belgas, alemanes, franceses, rusos y siriros. Que también son pavos reales y también son chuchos con un componente andaluz tela de grande; tela del telón, (millones de emigrantes andaluces desde el descubrimiento de América, La revolución industrial, principios del S.XX, los años sesenta, y hoy). Y ahí está nuestro Arte por excelencia "El Flamenco", en continua evolución; en manos de andaluces, japoneses, catalanes, norteamericanos, franceses y madrileños (que realmente son andaluces aunque vivan en otra parte, hablen en otro idioma y tengan unas facciones inusuales aquí en el sur).
Otro regalito:
- Dos andaluces maravillosos, que hicieron un flamenco impuro. Uno payo y el otro gitano, que arrancan diciendo que la pureza la lleva uno por dentro.
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