lunes, 3 de septiembre de 2012

El Jaleo. John Singer Sargent

Mi amiga Beatriz me mandó este cuadro que yo no conocía. Es magnífico. Un artista americano imitando a los andaluces como López Mezquita o Gonzalo Bilbao, cuando aquí no hacemos más que imitar a los americanos. Este tipo de pintura costumbrista de finales del XIX y principios del XX es de lo mejor que se ha hecho en la Historia del Arte en España. 
Bea hizo un análisis de este cuadro, y yo colaboré un poco así que, con su permiso lo publico aquí, ya que está bien que se vea el análisis de un cuadro hecho con seriedad.



FICHA TÉCNICA


El Jaleo 1882.Óleo.
Autor : John Singer Sargent


Ubicación : Museo Isabella Stewart Gardner,Boston.EE.UU.

Donado en 1914 por T. Jefferson Coolidge, Boston.

Medidas : 237 x 352 cm (93 3/8 x 138 1/2 in.)



Composición
Análisis morfológico compositivo:
La distribución de las masas de color establece una doble simetría.
Las líneas fundamentales (en blanco) establecen un sistema curvo cercano a las espirales muy barroco, creando una sensación de movimiento que nos lleva a una idea de desplazamiento horizontal de la figura principal.
Las direcciones establecidas por el juego de miradas y otros hitos como las direcciones indicadas por las manos y las guitarras producen sensación de elevación proporcionando así un efecto de liviandad en la figura principal, contra un efecto de peso del resto de las figuras.

La figura principal se retuerce creando sensaciones compositivas espirales lo que provoca sensación de ascensión y liviandad. La envoltura de los pies y la poca claridad en que se aprecian ayuda. Este esquema de cuerpo lo podemos ver en el Barroco, por ejemplo en las inmaculadas de Murillo.


Análisis Iconográfico:
Nos encontramos frente a un óleo en donde Sargent realiza una representación del baile flamenco escenificada en un tablao típico de la época o en una cueva. 
El centro de la composición es la bailaora, que se encuentra de perfil con el brazo extendido en posición horizontal y donde su rostro, el cual se distingue perfectamente, al igual que el de el de algunas de las figuras que hay detrás de ella, cede protagonismo a la composición sensual del cuerpo, es la figura principal, protagonista absoluta de la obra junto a la luz proyectada por un imaginable foco situado en el foso o patio de butacas, da una sublime tridimensionalidad a la figura principal y aumenta, más si cabe, la figura de la bailaora, el inteligente uso que hace Sargent de la luz contrapicada permite situar al espectador justo delante del escenario. 


Esta iluminación inferior y punto de vista bajo provoca una sensación de seriedad trágica y de inferioridad en la apreciación del espectador, no en vano esta combinación de iluminación y punto de vista se utiliza en películas de terror. 

Sargent supo expresar con gran maestría su propio lenguaje artístico, es muy importante en esta obra como juega con las diagonales, con los puntos de fuga y con la perspectiva, su técnica y su capacidad para las texturas y el espacio es fantástica y entronca con los grandes clásicos como, por ejemplo, Velázquez y Van Dyck, del cual toma las pinceladas deshechas que vuelven vaporoso el fondo de la obra. Su percepción del espacio, matizado por esos claroscuros, las sillas de nea, los gestos, el enorme trabajo de composición, el maravilloso blanco de la falda de la bailaora que hace romper la entonación general del cuadro, son matices que me llaman la atención cuando observo “El Jaleo”. 


En un segundo plano encontramos a los cantaores, dolidos por la música y el cante y dándole musicalidad a la obra y encontramos también dos bailaoras, todos ellos sentados en sillas de nea , que son las típicas sillas que se utilizan en las representaciones flamencas, lo que me lleva a decir que Sargent cuida los detalles, se descubre en su trabajo el entusiasmo que sentía por el arte, la música y la idiosincrasia de nuestro país que marcaría de manera significativa su obra, como podemos ver en este cuadro, es en este plano donde se rompe el color con un mantón rojo y otro que podríamos suponer de flores que lucen las dos mujeres que están sentadas formando parte del grupo de baile que arropa a la figura principal. Se destaca por la luz una silla vacía y una manzana. En tercer plano, una pared gris y oscura en la que solo encontramos el detalle de dos guitarras colgadas a la izquierda de la composición en el mismo espacio de la silla vacía. 




Conexiones Tema-Medio y vinculación sociohistórica.


El flamenco comenzó a insertarse en los circuitos artísticos trasatlánticos a finales del siglo XIX y principios del XX. Sargent fue un pintor a caballo entre el siglo XIX y el siglo XX . Tal vez sea esta la circunstancia por la que su obra pasa el academicismo más puro al costumbrismo; del impresionismo cercano a Monet al realismo de denuncia social en otros.Su vida activa se correspondió con las grandes revoluciones pictóricas de impresionistas, postimpresionistas, fauvistas, cubistas, expresionistas, incluso con las primeras abstracciones, sin embargo Sargent se sintió completamente ajeno a ellas y practicó un estilo realista ( aunque sin componentes críticos ) siendo, como veremos diremos después, el retrato su actividad favorita. Su obra es extensa y variada, pero, como vemos, tiene influencias claras del realismo andaluz del siglo XIX, debido a un viaje que realizó por nuestro país en 1879, al menos dos de los bocetos que realizó para “El Jaleo” los hizo durante este viaje que le llevó a visitar ciudades como Sevilla o Granada. Pese a que los estudios más superficiales le suelen encajar en el retratismo institucional con el que tuvo notable éxito económico, él se rebela en muchos momentos de este encasillamiento e incluso al final de su vida se libera totalmente del mercado y pintará lo que realmente le apetezca.

Era un viajero incansable, lo trae a España el conocimiento directo de la obra de Velázquez,la cual marcará perpetuamente la obra del artista. Su atracción por la cultura de andaluza y en especial del flamenco se refleja en esta obra donde evoca las más tradicionales visiones del costumbrismo. Sargent quería que se le identificara como un pintor de la vida contemporánea. Su elección de temas pertenecía a la tradición consolidada del naturalismo rural, pero conjugados con una especial y moderna sensibilidad enfocada hacia la luz y el color. 
Las experiencias de Sargent en España
Las experiencias de Sargent en España lo convertirían en un ardiente hispanista España estaba de moda en Paris tanto en el ámbito del arte como en el de la literatura y en la música, Sargent ponía ante sus ojos una cultura nueva. Goya y el Greco se sumaron a Velázquez en su lista de maestros antiguos dignos de veneración. 


  Beatriz Vega González y Juan Charro al alimón.
Cuando “El Jaleo” se exhibió por primera vez en el Salón de París de 1882, Sargent fue comparado con Manet y un crítico llegó a decir que, al verlo, tenía la sensación de estar delante de un auténtico tablao flamenco.

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