Mi amiga Beatriz me mandó este cuadro que yo no conocía. Es magnífico. Un artista americano imitando a los andaluces como López Mezquita o Gonzalo Bilbao, cuando aquí no hacemos más que imitar a los americanos. Este tipo de pintura costumbrista de finales del XIX y principios del XX es de lo mejor que se ha hecho en la Historia del Arte en España.
Bea hizo un análisis de este cuadro, y yo colaboré un poco así que, con su permiso lo publico aquí, ya que está bien que se vea el análisis de un cuadro hecho con seriedad.
FICHA TÉCNICA
El
Jaleo 1882.Óleo.
Autor : John Singer
Sargent
Ubicación : Museo Isabella Stewart
Gardner,Boston.EE.UU.
Donado en 1914 por T. Jefferson Coolidge,
Boston.
Medidas : 237 x 352 cm (93 3/8 x 138 1/2
in.)
Composición
Análisis morfológico
compositivo:
Las líneas fundamentales (en blanco) establecen un sistema curvo
cercano a las espirales muy barroco, creando una sensación de
movimiento que nos lleva a una idea de desplazamiento horizontal de
la figura principal.
Análisis Iconográfico:
Nos encontramos frente a
un óleo en donde Sargent realiza una representación del baile
flamenco escenificada en un tablao típico de la época o en una
cueva.
El centro de la composición es la bailaora, que se encuentra
de perfil con el brazo extendido en posición horizontal y donde su
rostro, el cual se distingue perfectamente, al igual que el de el de
algunas de las figuras que hay detrás de ella, cede protagonismo a
la composición sensual del cuerpo, es la figura principal,
protagonista absoluta de la obra junto a la luz proyectada por un
imaginable foco situado en el foso o patio de butacas, da una
sublime tridimensionalidad a la figura principal y aumenta, más si
cabe, la figura de la bailaora, el inteligente uso que hace Sargent
de la luz contrapicada permite situar al espectador justo delante del
escenario.
Esta
iluminación inferior y punto de vista bajo provoca una sensación de
seriedad trágica y de inferioridad en la apreciación del
espectador, no en vano esta combinación de iluminación y punto de
vista se utiliza en películas de terror.
Sargent supo expresar con gran maestría su propio lenguaje
artístico, es muy importante en esta obra como juega con las
diagonales, con los puntos de fuga y con la perspectiva, su técnica
y su capacidad para las texturas y el espacio es fantástica y
entronca con los grandes clásicos como, por ejemplo, Velázquez y
Van Dyck, del cual toma las pinceladas deshechas que vuelven vaporoso
el fondo de la obra. Su percepción del espacio, matizado por esos
claroscuros, las sillas de nea, los gestos, el enorme trabajo de
composición, el maravilloso blanco de la falda de la bailaora que
hace romper la entonación general del cuadro, son matices que me
llaman la atención cuando observo “El Jaleo”.
En un segundo plano encontramos a los cantaores, dolidos por la música y el cante y dándole musicalidad a la obra y encontramos también dos bailaoras, todos ellos sentados en sillas de nea , que son las típicas sillas que se utilizan en las representaciones flamencas, lo que me lleva a decir que Sargent cuida los detalles, se descubre en su trabajo el entusiasmo que sentía por el arte, la música y la idiosincrasia de nuestro país que marcaría de manera significativa su obra, como podemos ver en este cuadro, es en este plano donde se rompe el color con un mantón rojo y otro que podríamos suponer de flores que lucen las dos mujeres que están sentadas formando parte del grupo de baile que arropa a la figura principal. Se destaca por la luz una silla vacía y una manzana. En tercer plano, una pared gris y oscura en la que solo encontramos el detalle de dos guitarras colgadas a la izquierda de la composición en el mismo espacio de la silla vacía.
Conexiones
Tema-Medio y vinculación sociohistórica.
El flamenco comenzó
a insertarse en los circuitos artísticos trasatlánticos a finales
del siglo XIX y principios del XX. Sargent fue un pintor a caballo
entre el siglo XIX y el siglo XX . Tal vez sea esta la circunstancia
por la que su obra pasa el academicismo más puro al costumbrismo;
del impresionismo cercano a Monet al realismo de denuncia social en
otros.Su vida activa se correspondió con las grandes revoluciones
pictóricas de impresionistas, postimpresionistas, fauvistas,
cubistas, expresionistas, incluso con las primeras abstracciones, sin
embargo Sargent se sintió completamente ajeno a ellas y practicó un
estilo realista ( aunque sin componentes críticos ) siendo, como
veremos diremos después, el retrato su actividad favorita. Su obra
es extensa y variada, pero, como vemos, tiene influencias claras del
realismo andaluz del siglo XIX, debido a un viaje que realizó por
nuestro país en 1879, al menos dos de los bocetos que realizó para
“El Jaleo” los hizo durante este viaje que le llevó a visitar
ciudades como Sevilla o Granada. Pese a que los estudios más
superficiales le suelen encajar en el retratismo institucional con el
que tuvo notable éxito económico, él se rebela en muchos momentos
de este encasillamiento e incluso al final de su vida se libera
totalmente del mercado y pintará lo que realmente le apetezca.
Era
un viajero incansable, lo trae a España el conocimiento directo de
la obra de Velázquez,la cual marcará perpetuamente la obra del
artista. Su atracción por la cultura de andaluza y en especial del
flamenco se refleja en esta obra donde evoca las más tradicionales
visiones del costumbrismo.
Sargent
quería
que se le identificara
como
un pintor de la vida contemporánea. Su elección de temas pertenecía
a la tradición consolidada del naturalismo rural, pero conjugados
con una especial y moderna sensibilidad enfocada hacia la luz y el
color.
Las experiencias de Sargent en España
Las experiencias de Sargent en España
lo
convertirían en un ardiente hispanista
España
estaba de moda en Paris
tanto
en el ámbito del arte como en el de la literatura y en la música,
Sargent ponía ante sus ojos una cultura nueva. Goya y el Greco se
sumaron a Velázquez en su lista de maestros antiguos dignos de
veneración.
Beatriz
Vega González y Juan Charro al alimón.
Cuando “El Jaleo”
se exhibió por primera vez en el Salón de París de 1882, Sargent
fue comparado con Manet y un crítico llegó a decir que, al verlo,
tenía la sensación de estar delante de un auténtico tablao
flamenco.
No hay comentarios:
Publicar un comentario