lunes, 12 de octubre de 2020

El Puente de Hierro de Miguel Pérez Aguilera.

Programa Gente de Andalucía, Canal Sur radio. Se emitirá el sábado 17-10-2020.

La obra se titula “El puente de hierro”. El autor Miguel Pérez Aguilera y está en una exposición temporal titulada “Magistral Aguilera”  en los CLAUSTROS DE SANTO DOMINGO, en JEREZ DE LA FRONTERA

“El puente de hierro”.100x60 cm . 1975.

    Es un paisaje fluvial y al mismo tiempo urbano. Es un paisaje de la Sevilla que ya no existe, pero que los que tenemos cierta edad podemos recordar. El Puente de Hierro sobre el Guadalquivir era un puente móvil, y en el cuadro está abierto dejando pasar un carguero. El agua del río vibra en pinceladas sueltas, muy impresionistas, y se observan las ondas que dejan un barco de remos deportivo (exactamente un ocho con timonel) y la lancha de ayuda que lo persigue, a la izquierda hay unos pantalanes hechos de tablas con un par de personajes sentados como si estuvieran pescando. El cielo me hace pensar en una mañana de otoño con un azul potente y unas nubes bajas de color carmín. Todo el cuadro está tocado con mucha soltura y la sabiduría que solo tiene un pintor con mucha experiencia. 

Es una preciosidad. 

Biografía 

(extraída de la web del Museo del Prado) 

    Nació en Linares, Jaén, en el año 1915. Su formación artística comenzó en 1935 en la Escuela de Artes y Oficios de Granada y continuó en Madrid al ingresar, en 1939, en la Escuela Superior de Bellas Artes de San Fernando -donde obtendría el título de profesor de dibujo-. Fue discípulo de Vázquez Díaz, del que aprendió a componer de forma analítica y rigurosa. En la década de 1940 disfrutó de diversas becas y residió entre Barcelona y Madrid, donde colaboró como ilustrador de las revistas Haz y La Estafeta Literaria. Formó parte de la denominada «joven escuela madrileña», entre cuyos integrantes cabe destacar a Pablo Palazuelo, Álvaro Delgado y José Guerrero, con los que realizó exposiciones colectivas en la madrileña Galería Buchholz. En 1946 fue nombrado catedrático de dibujo del natural de la Escuela Superior de Bellas Artes de Santa Isabel de Sevilla. Fue pensionado en París (1948) y en Italia (1956) y viajó a Marruecos y Portugal. En la primera etapa de su carrera su producción pictórica se caracterizó por una figuración poscubista con toques fauvistas en el color, que abarca todo tipo de temas, desde el paisaje al retrato, pasando por el bodegón. Sin embargo, a raíz de una crisis creativa -determinada, sin duda, por el conocimiento de otra realidad artística durante su experiencia parisina- su pintura dio un giro hacia la abstracción a finales de la década de 1950. A partir de ese momento se concentra en desa­rrollar un lenguaje pictórico propio, capaz de aprehender la luz a través del color, y expresar sensaciones y efectos a base de experimentar con las calidades matéricas. En los años sesenta y setenta del siglo XX su obra tiene una conexión directa con la música abriendo nuevas emociones...

Vamos a hacer un breve recorrido por su evolución artística

En los años 40 ya es un maestro de la pintura, Se ve la influencia que en él ejerce la obra de Vázquez Díaz que había sido su profesor en la Escuela de Bellas Artes de Madrid, con un estilo post-cubista que geometriza las formas naturales.

Solitario (Mariano, Concha y Cristina). (1943). Óleo s/. lienzo, 100x90 cm. COLECCIÓN PARTICULAR 


“Figuras en reposo” (1945) Dibujo, 106x150 cm. COLECCIÓN PARTICULAR.
Este dibujo también está expuesto en la exposición actual en Jerez de la Frontera.

¿Qué pintaba en los años 50?

En los 50 evolucionó hacia el Impresionismo. Era un Impresionismo muy divisionista, de pinceladas visibles y colores yuxtapuestos.

Monte Magú. Xauen, Marruecos (1951)


Niño con jirafa de papel (1953). Óleo s/. cartulina, 51x73 cm. COLECCIÓN PARTICULAR

Campanilleros (1955). Óleo s/. lienzo, 150x130 cm. MUSEO DE BELLAS ARTES DE BADAJOZ. DIPUTACIÓN DE BADAJOZ

Estaba haciendo esta serie sobre los niños cuando le llegó una crisis artística y dejó de pintar, por un tiempo, y volvió con su obra abstracta.


Hizo su primera exposición de estos cuadros en Madrid en 1963 y tuvo mucho éxito. Este sería su lenguaje pictórico hasta su fallecimiento en el año 2004. 

En los 70 en el mundo entero se puso de moda la abstracción, eran unos cuadros en los que la pintura no tenía estructura, lo importante era solo el gesto y la materia. Aquí tienes un ejemplo de José Guerrero. 

José Guerrero. Peregrinaje. 1966-1969

    En pintura siempre pasa lo mismo, al público le gusta lo que está de moda además de la pintura realista que parece una fotografía. Miguel Pérez Aguilera continuó con su manera de pintar. No adaptarse a la moda siendo un pintor abstracto significa no vender sus cuadros. Ser un pintor abstracto en la Andalucía de los años 70 y 80 se hacía harto difícil, pero Miguel Pérez Aguilera lo hizo, pese a que por este motivo se volviese un incomprendido en el mundo del Arte, puso por encima del éxito su intención de ser artista, y lo pudo hacer. 

    Él fue uno de los pintores que introdujeron el arte abstracto en Andalucía. 

¿Y CÓMO LO HIZO?

    Era profesor en la Escuela de Bellas Artes, vivía de esa profesión. Quiero pensar que decidió ser sincero con su personalidad, olvidarse del mercado del arte, y seguir pintando como él quería sin preocuparse de vender sus cuadros. Lo cierto es que quizá se convirtió en el mejor profesor de arte que jamás se haya visto en Andalucía.

    Las críticas en prensa que se hacían de sus exposiciones siempre recordaban que había sido profesor de tal o cual artista, y eso a él le molestaba porque para él lo verdaderamente importante, aunque no viviera de ello era su pintura. 

    No se preocupaba por vender. Vivía en un piso en el Barrio de Los Remedios de Sevilla con su familia, y unas plantas más arriba tenía otro piso que era su estudio.  Su estudio estaba abarrotado de cuadros. Tomaba un tema, por ejemplo la Música, o el Cuadrado y hacía una serie de cuadros hasta que la inspiración lo llevaba a otro tema. 

Sinfonía 40 de Mozart. Óleo (1975)

 Etapa abstracta (1965-1990) - "Puzzle Cuadrado"

     Como pintor no dejó de evolucionar, y a mí en particular me gusta mucho la obra que hizo antes de pasarse a la abstracción. Pero por lo que es conocidísimo es por su impresionante obra abstracta. Sus cuadros están llenos de color puro, pero no están colocados de manera fortuita como en los cuadros abstractos a los que estamos acostumbrados, viendo su obra nos damos cuenta de que todo está perfectamente controlado. 

    Pintaba constantemente, siempre escuchando música clásica y usaba pinceles chinos de esos duros de punta redonda. No hacía bocetos. En su estudio trabajaba normalmente unos lienzos enormes. Las obras de pequeño formato las hacía cuando viajaba y no disponía de espacio para trabajar.


    Cuando ya estaba muy mayor, unía varios lienzos para conseguir una superficie grande sin hacer un esfuerzo físico, por ello de esta época hay muchos dípticos y trípticos.

Dos actitudes. Díptico.

    A mi me dio clases justamente el año en que se jubiló, creo que era 1984, tuve la suerte de que me corrigiera varias veces, y eso que solo estuvo aquel curso hasta el mes de febrero. Dibujaba en el margen del papel gris abocetando las correcciones que necesitase mi dibujo, hablaba de la soltura, del gesto, del trazo, de la proporción con un conocimiento tan grande que no tenía ningún reparo en dibujar sobre tu propio papel de dibujo, cuando hacía esto se paraba el mundo. Los dibujos que me hizo al margen del papel los guardé durante años hasta se me inundó el estudio y se estropearon junto con otra centena de dibujos de amigos varios que tenía guardados.

    Recuerdo encontrármelo en una exposición de Teresa Morales Sancha en la Galería de Arte Contemporáneo María Geniz que había en la calle Jamerdana. Me llamó la atención. Compró un dibujo. Tenía la costumbre de acudir a las exposiciones de sus alumnos cuando estos se lo pedían.  Un profesor así es difícil de encontrar. 

    Como profesor nos inculcó la capacidad de valorar todo tipo de pintura. Había sido un cubista, después impresionista, y después un abstracto y conocía el oficio que es lo que verdaderamente cualifica a un profesor.

    Desde 1946 en que obtuvo la cátedra hasta 1984 en que se jubiló ¿Cuántos estudiantes pudieron pasar por su aula? En Internet he leído muchas muestras de cariño por parte de sus alumnos en las entradas de los distintos blogs que le han dedicado algún artículo. 

En 2005 publicaron su biografía. 


    En Jerez se ha organizado esta exposición. Se titula «Magistral Aguilera», y es el homenaje de varias generaciones a su maestro. La ha organizado un profesor de dibujo, al que no tengo el gusto de conocer, que se llama Domingo Martínez.  Hay veintitrés obras de Pérez Aguilera, facilitadas en su mayoría por sus hijas Marta y Cristina, entre las que está “El Puente de Hierro”. 


    También hay sesenta y seis piezas de varias generaciones de sus alumnos. Entre los que se encuentran grandísimos artistas andaluces que le han querido homenajear como Carmen Laffón,  Mauri, Luis Gordillo de la generación de los 70. También los de la generación de los años 80 como Ricardo Cadenas, Larrondo, Ricardo Suárez, Manolo Cuervo, Manolo Pérez Báñez, Pilar Vera y Rocío Viguera. Y algunos posteriores a los que les dio clases de doctorado después de su jubilación. Todos han querido estar expuestos allí junto a su maestro, y la verdad es que es un honor.

    La Exposición es de entrada gratuita. Está abierta hasta el 01/11/2020, en los CLAUSTROS DE SANTO DOMINGO, en JEREZ DE LA FRONTERA en la Alameda Marqués de Casa Domecq, 4, El horario es de 10:30 a 13:30 y de 18:00 a 21:00 horas de martes a viernes, excepto festivos. Los sábados y domingos, de 10 a 13:45 h. Lunes CERRADO. 

Autorretrato 1942.

   Postdata: Gracias Cristina por escucharme y mandarme las fotos de los cuadros. 

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